Discurso institucional del Alcalde de Alhaurín de la Torre, con motivo del Día de Andalucía.

Contenido del discurso institucional del Alcalde de Alhaurín de la Torre en el Día de Andalucia.

Ilustrísimosseñores concejales y señoras concejalas del Excmo.Ayuntamiento de Alhaurín de la Torre; Ilmos. Hijos Adoptivos yPredilectos de Alhaurín de la Torre; Ilmo. Sr. director delCentro Penitenciario de Alhaurín de la Torre; Ilmo. Sr. Juezde Paz; Ilustrísimas autoridades y representantes de losCuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado; representantes deasociaciones, peñas y colectivos de Alhaurín de laTorre; pueblo de Alhaurín de la Torre; ciudadanos yciudadanas, señoras y señores:

Andalucíavuelve a reunirnos hoy, 28 de febrero, en esta plaza delAyuntamiento. Parece que fue ayer y, sin embargo, ya han pasado 31años de aquel emocionante día en el que los andaluces ylas andaluzas creímos como nunca en nosotros mismos. Decidimoscomo pueblo unido apoyar en las urnas la que sería primerapiedra del simbólico edificio del que hoy disfrutamosplenamente: el Estatuto de Autonomía, luego actualizado en elaño 2007.

Muchospeinamos canas y otros no están. Algunos nacieron ese añoy otros lo hicieron después. Pero lo que a todos los andalucesnos une es precisamente lo que se produjo aquella históricajornada de 28 de febrero: la materialización de un anhelo, deun clamor popular, de un estallido de libertad, una consecuencialógica de la justa exigencia de todo un un pueblo. Gracias aaquellas algaradas de finales de los años 70, de aquellosmillones de papeletas blancas y verdes en las urnas, de tantas ytantas manifestaciones, se articuló un consenso de todos quedio esperanza a un pueblo. El pueblo andaluz. Unido, sin localismosprovincianos ni complejos. Como hermanos.

Hoyvivimos, y van 31 años, la conmemoración de tanimportante fecha, día en que culminó el proceso de lalucha andaluza por la autonomía en el referéndum por elque todos los andaluces dijeron sí al Estatuto.

Aquel28 de febrero de 1980 pusimos todos muchas ilusiones. Respaldamos untexto que por primera vez en nuestra historia, recogía losderechos y libertades que los ciudadanos andaluces habíamosreclamado durante muchos años y que en la primera mitad delsiglo XX, antes de la Guerra Civil, ya estuvo a punto de florecer.

Trasmás de un cuarto de siglo de vigencia del Estatuto, el puebloandaluz volvió a decir sí en las urnas. En este caso,respaldó mayoritariamente la REFORMA DEL ESTATUTO, llevada acabo entre 2004 y 2006. Nuestro nuevo estatuto, plenamenteconstitucional, moderniza, actualiza y amplía los derechossociales de la ciudadanía y aspira a que nuestra Comunidad alcance el máximo techo competencial. ¡Quéorgulloso estaría hoy nuestro admirado Blas Infante, el héroede Casares, el padre de la Patria, el triste protagonista delmonstruoso crimen del kilómetro 4 de la carretera de Sevilla aCarmona. Él se dejó literalmente la vida intentando darcuerpo a un movimiento que había comenzado mucho antes, en1918, en la Asamblea de Ronda. La cruel Guerra Civil dejó cojoaquel primer ensayo de autogobierno andaluz y condenó alolvido, a las cavernas, a la oscuridad y al ostracismo totalcualquier otro intento posterior durante 40 años.

Peronada ni nadie pudo con el florecimiento de ese sentimiento andaluz,de ese clamor por el blanco y el verde, por esas calles andaluzasabarrotadas de personas normales, de la calle, trabajadores, queestallaron en los albores de la Democracia. Fue como si 40 añosde silencio se destruyeran en mil pedazos con un ensordecedor ruidoen favor de nuestro autogobierno, de nuestra autonomía, denuestra autogestión como pueblo orgulloso y comprometido conlo suyo.

Quélejos y qué cerca nos queda aquel emotivo 4 de diciembre de1977, cuando millón y medio de andaluces se manifestaron enlas capitales de provincia convocados por la Asamblea deParlamentarios para demandar la autonomía. Fue el añodel asesinato del joven Manuel José García Caparrós,quien moría de un disparo mientras se manifestabapacíficamente. Su familia, sus amigos y nosotros, andaluces decorazón, le recordamos. Citar su nombre hoy aquí es elmejor homenaje, eso sí, todavía incompleto, que lepodemos dispensar. Merece mucho, mucho más.

Señorasy señores: hoy estamos celebrando el Día Grande denuestra tierra. Los que hoy son nuestros hijos y nietos disfrutanplenamente de una realidad que era casi inimaginable hace 31 años.Andalucía es hoy lo que es gracias a una esforzada generaciónde trabajadores, de políticos comprometidos, de fuerzas vivasque arrimaron el hombro, de personas conocidas y, sobre todo,anónimas, que ayudaron a elevar nuestra autoestima como pueblopero, especialmente, nuestro potencial en lo económico, en losocial, en lo tecnológico, en lo profesional, en lo turístico,en lo cultural, en lo deportivo.

Personasque contribuyeron decisivamente a que Andalucía emergiera delatraso histórico y superara sus múltiples complejos, suresignación secular, su sumisión a los poderescentralistas y a los llamados poderes fácticos.

En31 años, lógicamente, hemos dado un importante salto decalidad. Hemos avanzado como pueblo, como sociedad. Hemos superadolas barreras que antaño nos tenían bloqueados. Hemospulverizado los estereotipos, hasta el punto de que nos levantamosespontáneamente contra esa minoría ignorante eirrespetuosa que todavía nos atribuye etiquetas falsas einjustas. Todavía queda ese tipo de personajes y mientras loshaya, es nuestra obligación seguir haciéndonos oírcontra los tópicos.

Comopueblo milenario que somos, Andalucía, puerta sur de Europa,hermana gemela de Iberoamérica, cuna del arte y la cultura,enlace entre Mediterráneo y Atlántico, es y serásiempre sinónimo de paz, respeto, convivencia, diálogo,tolerancia y solidaridad. Damos respeto a los demás y exigimosel mismo respeto, ni más ni menos. No nos creemos superiores anadie, ni tampoco inferiores. Todos son bienvenidos, vengan de dondevengan, sin exclusiones, y vamos con la cabeza bien alta a cualquierlugar del mundo.

Señorasy señores: Siendo conscientes del empuje que hemosexperimentado, del progreso que hemos tenido, de la pujanza y el pesoque Andalucía empieza a tener en no pocos aspectos, sinembargo y aunque sea éste un día de fiesta, no podemosolvidar el largo trecho que todavía nos queda por recorrer. Esindudable que en casi 30 años hemos crecido muchísimo.Pero haciendo un justo ejercicio de autocrítica, a nadieescapa que podemos y debemos dar más de nosotros. Cada uno ensu labor, cada uno en su profesión.

Andalucía,por desgracia, sufre como ninguna otra Comunidad el azote del paro yde la crisis económica. Más de un millón decompatriotas no encuentran trabajo y cientos de miles de familiastienen a todos sus componentes sin empleo. Eso es una desgracia, unfracaso que nosotros, los políticos, los que ocupamos lasinstituciones y administraciones con los votos del pueblo soberano,tenemos que asumir. Y si no nos ocupamos de ello con los cincosentidos y la mente abierta y alerta, es que no merecemos serrepresentantes del pueblo.

Lamejor política social que existe y que conozco es la quegenera empleo y riqueza. No existen parches, medicinas nicataplasmas. Sin empleo no hay nada. Sin empleo no hay consumofamiliar, no hay renta, no se llega a fin de mes, no se puede pagarla vivienda… Y ese efecto se multiplica en el sector servicios,porque si no consumimos bienes y productos, los autónomos yempresarios no salen tampoco adelante, y eso genera más paro,en una perversa espiral que no parece tener fin.

Subvencionarsin más es, como decimos en nuestra tierra, pan para hoy yhambre para mañana. El paro juvenil es un auténticodrama, una cruel realidad para la generación joven máspreparada de la Historia de España y de Andalucía. Peroel paro que sufren las personas mayores de 45 años, esas quedifícilmente quiere ya nadie contratar, es una tragedia. Yesto está pasando en Andalucía, en Málaga, enAlhaurín de la Torre.

Modestamente,como Ayuntamiento intentamos dar trabajo temporal al máximoposible de familias con serios problemas, intentamos no bajar elpistón en la promoción de obra pública para quese genere el máximo empleo posible. Pero llegamos hasta dondepodemos. Bien lo sabe la ciudadanía de Alhaurín de laTorre.

Comorepresentantes del pueblo, nos duele conocer cada mes los datos deldesempleo. Es realmente descorazonador. Peroes que, además, ni las previsiones son positivas ni muchomenos Andalucía parece destinada a liderar el cambio detendencia en España. Antes al contrario.

Pordesgracia, nuestra Comunidad sigue a años luz de otrasregiones de España en renta per cápita, y no digamos deotros países de la Unión Europea. Nuestros talentos, deveintipocos años, parecen condenados a emigrar como susabuelos y bisabuelos, eso sí, con una cualificaciónimpresionante. Europa va a reclutar y a pagar el sueldo de nuestrosmejores cerebros, que los hay a cientos. No somos capaces deconservarlos en su tierra para que trabajen aquí y críenaquí a sus hijos.

Losandaluces no se lo merecen. Pero tampoco se merecen que los políticosnos dediquemos a no dar ejemplo de ser constructivos para paliar esasituación angustiosa para tantos y tantos parados.

Laconfrontación política es una cosa y trabajar por elbien común es otra. Por eso yo apelo al buen sentido que debeimperar entre todos, especialmente entre los gobernantes, que son losque tienen mayor grado de responsabilidad. Y, cómo no, eseclima debe encontrar reflejo en la oposición. Y esto va portodos, sea quien sea quien gobierne, sea quien sea quien ocupe lalabor opositora.

Esosí, cualquiera puede comprender que, a día de hoy, pararesolver los problemas que más acucian a los andaluces, ademásde un buen Estatuto como el que tenemos, con sus garantíaslegales y defensa de derechos y libertades, hacen falta otras cosas,hace falta un Gobierno andaluz que demuestre eficacia.

Hacefalta la corresponsabilidad de las distintas administraciones parasolucionar los problemas de los ciudadanos. Hace falta dotar a losAyuntamientos de una mayor independencia, porque somos laadministración más cercana al vecino, damos serviciospúblicos que no nos corresponden por ley y, sin embargo no nosampara ningún otro poder supramunicipal.

Hacefalta dotar a los Ayuntamientos de medios que nos hagan llegar másy mejor al vecino de a pie. LosAyuntamientos de Andalucía nos encontramos hoy inmersos en unadelicadísima situación: muchos en quiebra técnicay en la ruina y sin embargo teniendo que asumir nuevas competencias yservicios para el mejor servicio público.

Dehecho, ya suenan cantos de sirena desde la Administracióncentral para propiciar uniones de municipios o para que desaparezcanlas Diputaciones. Quedamucho por hacer, sobre todo para pedir a las Administraciones centraly autonómica determinación para solucionar losproblemas acuciantes de financiación local y de claridad paraestablecer un sistema de competencias que pudiere ser asumido entretodos, siguiendo así el proceso descentralizador emprendidohace 30 años.

Esel momento de impulsar de una vez por todas un gran acuerdo entretodos, Gobierno central, Comunidades Autónomas y GobiernosLocales. Hemos desarrollado un trabajo constante y leal, supliendomuchas veces la falta de presencia del Estado y de las ComunidadesAutónomas y, asumiendo la prestación de estos servicioscon cargo a sus propios presupuestos. Por tanto, los gobiernoslocales estamos en condiciones de desempeñar nuevas funciones,responsabilidades y competencias que podamos prestar con mayoreficacia por ser las administraciones más cercanas alciudadano y, por tanto más próximas a sus necesidades.

Señorasy señores: Con estas palabras no quiero olvidar que hoy es undía de Fiesta. Ser reivindicativo, quizá algo duro yautocrítico, no significa dejar a un lado el motivofundamental por el que hoy estamos aquí. De hecho, comencémi intervención alabando la valentía y determinacióndel Pueblo Andaluz el 28 de febrero de 1980 y lo vuelvo a hacer. Y esque estamos capacitados para ir mucho más allá, comohicimos aquella vez. Apelo a ese espíritu y a que lospolíticos aprendamos un poquito más de nuestrosadministrados, de nuestra ciudadanía. Esa lección quela sociedad andaluza nos dio hace 30 años la tenemos queaprender. Así que, celebremos nuestra festividad másimportante con la ilusión de siempre y con la confianza de queentre todos, el año que viene nos irá un poco mejor.

Mideseo es que sigamos viéndonos muchos, muchos años másjunto a nuestra amada bandera andaluza y que haya, cuando antes, másprosperidad y más trabajo. Para los de aquí y para losque vengan de fuera. Para todos. Disfrutemos de una jornada agradablejunto a nuestra familia y amigos y mantengamos intacto esa querencia,ese amor y ese espíritu de lucha por nuestra bendita tierra.

Muchasgracias por su atención.

VIVAANDALUCÍA

VIVAESPAÑA

VIVAALHAURÍN DE LA TORRE

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