Alhaurín de la Torre se beneficia de una doble campaña para fomentar el reciclaje de residuos

Varios colegios acogen talleres sobre la aplicación ‘Dale de comer a Mr. Iglú’, un juego para que los niños aprendan rutinas para preservar el medio ambiente. Joaquín Villanova y Marina Bravo entregaron dos contenedores de reciclaje al Centro ‘Virgen de la Candelaria’

Alhaurín de la Torre ha acogido estos días sendas iniciativas para fomentar el reciclaje de residuos, especialmente en los centros educativos del municipio. Por un lado, el alcalde, Joaquín Villanova, y la diputada provincial de Medio Ambiente, Marina Bravo, acudieron al Centro de Atención Especial ‘Virgen de la Candelaria’, donde se han instalado sendos contenedores para depositar cartones y envases. Además, ambos responsables hicieron entrega de una serie de camisetas y obsequios del Consorcio Provincial de Residuos, dependiente de la Diputación de Málaga, todo ello realizado con material reciclado.

Este acto formaba parte de una campaña específica dirigida a los usuarios y personal de este centro, quien hace unos días visitaron el complejo medioambiental de Valsequillo, donde conocieron estas instalaciones y atendieron a las explicaciones de los técnicos sobre los beneficios del reciclaje y la necesidad de fomentar prácticas en la rutina diaria para preservar el medio ambiente. Los dos nuevos contenedores se han colocado en el vestíbulo de las instalaciones y ya han empezado a ser utilizados por los jóvenes del centro.

Por otra parte, se han celebrado una serie de talleres en algunos colegios para concienciar a los niños sobre la importancia del reciclaje, sobre todo el de vidrio. Se trata de una campaña promovida en toda España por Ecovidrio, la entidad nacional que gestiona el reciclado de estos residuos, y que ahora ha llegado a Alhaurín de la Torre, concretamente a los colegios de las barriadas de El Romeral, El Peñón y Torrealquería. Los talleres combinan técnicas didácticas y colaborativas y se valen de una aplicación para móviles que funciona como un juego, para impulsar la reflexión de los más pequeños en cuanto a la necesidad de adoptar rutinas diarias que preserven el medio ambiente. La mascota, llamada Míster Iglú, contribuye a generar un vínculo emocional y divertido entre los niños y el hábito de acercarse al contendor verde a reciclar.

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