La Justicia desestima las medidas cautelares para paralizar la recepción de El Lagar

Tres pronunciamientos avalan la tesis del Ayuntamiento sobre el acuerdo plenario de abril de 2009 para municipalizar la urbanización, lo que permite reemprender las inversiones plurianuales hasta tanto haya sentencia firme

Tres resoluciones judiciales dictadas en un lapso de dos meses han avalado, por el momento, las tesis del Ayuntamiento de Alhaurín de la Torre acerca del acuerdo plenario que en abril de 2009 dio luz verde a la recepción de la histórica urbanización El Lagar, hasta entonces núcleo privado. Dos desestimaciones y una inadmisión de otros tantos recursos contencioso-administrativos presentados por residentes de la zona impiden, de esta manera, la pretendida adopción de medidas cautelares para paralizar el proceso de municipalización, de modo que el Consistorio podrá reemprender las inversiones plurianuales previstas hasta tanto haya una sentencia firme a este respecto. Por lo pronto, el Presupuesto Municipal de 2011 contempla una partida de 350.000 euros para mejoras de la red hidráulica general y las infraestructuras de El Lagar, que queda desbloqueada y podrá ejecutarse sin problemas, tal como se había comprometido el acalde, Joaquín Villanova.

El regidor ha manifestado su satisfacción por estas resoluciones, en la medida en que respaldan, a día de hoy, la legalidad de las decisiones adoptadas por la institución para la recepción de El Lagar, ¿lo que era un deseo de la gran mayoría de sus vecinos¿. En efecto, de los pronunciamientos judiciales se desprende que el interés público ¿está por encima del de los recurrentes¿. El mandatario asegura que se ha cumplido la ley para dar cumplimiento a la petición expresa de la Junta de Propietarios aunque su lectura positiva va mucho más allá: ¿Ya hay un camino andado hacia la mejora general de El Lagar que ha repercutido en una mayor calidad de vida de los vecinos¿. Esta universalización de los servicios públicos ya ha funcionado con gran éxito en otros núcleos, como Pinos de Alhaurín, una barriada que ha experimentado un impulso enorme desde su municipalización¿.

Y es que, a pesar de la suspensión de las inversiones plurianuales mientras los juzgados analizaban la instauración o no de medidas cautelares, el Ayuntamiento en ningún momento ha suspendido la prestación de todos los servicios públicos en la urbanización, asumidos poco después del acuerdo plenario: agua, recogida de basura, alumbrado público, mantenimiento de parques y jardines, viales y piscina. Además, en las primeras semanas tras la municipalización, los Servicios Operativos Municipales realizaron un primer ‘lavado de cara’ de El Lagar, con mejoras generales de pintura, ajardinado, acerado, hormigonado de calles, un pasaje nuevo hacia la piscina y algunas modificaciones del tráfico por sus calles.

RED HIDRÁULICA

En materia de aguas e infraestructura hidráulica, que siempre ha sido el gran quebradero de cabeza de la antigua Comunidad de Propietarios de El Lagar -y uno de los motivos principales para solicitar la recepción-, la empresa municipal Aqualauro insiste en que los caudales de los antiguos pozos privados, hoy integrados en la red pública, siguen sin cumplir las normas sanitarias tras las últimas analíticas, al no cumplir con los parámetros de turbidez obligatorios. Y tampoco hay que olvidar que, en estos momentos, sólo 11 de los 340 propietarios de viviendas de El Lagar -esto es, poco más de un 3%- siguen sin aceptar el cambio de contador del agua, lo que les mantiene en una clara situación de ¿fraude¿ y sobre los que la legislación prevé liquidaciones y sanciones. Ya en junio de 2009, sólo tres meses después de la recepción, eran 280 los propietarios que accedieron a realizar un nuevo contrato de suministro de agua.

Asimismo, tras la recepción de la urbanización, Aqualauro ha podido normalizar el abastecimiento de agua a todos los vecinos, lo que ha implicado que no ha habido cortes de suministro desde entonces, algo habitual cuando la gestión del agua corría a cargo de la Comunidad de Propietarios por el mal estado de los pozos.

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