El Punto Limpio acapara en 2010 más de 620 kilos de bombillas de bajo consumo y fluorescentes para su reciclado y gestión.

El Ayuntamiento actúa desde 2005 con estos residuos mediante su recogida selectiva y posterior retirada a través del gestor autorizado.

03 de marzode 2011.-

Enel año 2010, el Punto Limpio Municipal, situado en el paraje de laFuensanta, junto a la Finca La Moraga y al Centro Penitenciario, harecogido alrededor de 621 kilos de bombillas de bajo consumo yfluorescentes, procedentes de los usuarios particulares y de lapropia actividad del Ayuntamiento -instalaciones municipales yalumbrado público-, para su posterior gestión a través deloperador autorizado. Éste es el dato más llamativo que laConcejalía de Medio Ambiente ha hecho público con ocasión delinicio de una campaña de recuerdo del uso de esta instalaciónmunicipal para seguir estimulando la recogida selectiva de estosresiduos, una vez finaliza su vida útil. La iniciativa, además,complementa la campaña de ámbito nacional iniciada estos días parael fomento del reciclado de fluorescentes y bombillas de bajoconsumo.

Laconcejala del Área, Marina Bravo, recuerda que su departamento actúadesde el año 2005 para la correcta eliminación y gestión de estosresiduos, que requieren de un proceso muy controlado a través deempresas especializadas. Por ello, Bravo quiere recordar a laciudadanía que, una vez dejan de funcionar estas bombillas, losparticulares pueden depositarlas en los diferentes suministradores ycomercios donde se han adquirido o bien en el Punto Limpio Municipal,un servicio totalmente gratuito. El horario de apertura del recintoes de lunes a sábado de 10 a 13 y de 16 a 19 horas (en la temporadaotoño-invierno) y de 10 a 13 y de 17 a 20 horas (enprimavera-verano). Los domingos y festivos de todo el año puede serutilizado de 10 a 13 horas.

Segúnla concejala, el residuo de estos puntos de luz acarrea seriosproblemas medioambientales, ¿ya que, al romperse, liberan de suinterior vapores de mercurio mezclado con gases como el argón,altamente tóxico, que afectan a la salud humana de forma peligrosa yal entorno natural. De hecho, puede contaminar las aguassuperficiales y las subterráneas por infiltración de lixiviados, ytambién el suelo, el aire y a los seres vivos.

Sino se propicia el reciclado, es necesario malgastar recursosnaturales para elaborar nuevas bombillas, mientras que ¿otorgarlesuna segunda vida implica disponer de nuevas lámparas, cátodos deplantas desalinizadoras, asfaltos o cerámicas¿, agrega.

Porotro lado, Bravo indica que el uso del bajo consumo respecto a lasincandescentes tradicionales ofrece una eficiencia lumínicasuperior, supone ahorro energético y presta una vida útil 12 vecessuperior, además de posibilitar la reducción sustancial deemisiones de CO2a la atmósfera.

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