La FAMP participa en el III Congreso de Movilidad y Turismo sostenible celebrado en Málaga

El vicepresidente primero de la institución y alcalde de Alhaurín de la Torre, Joaquín Villanova, participa en el acto de apertura, celebrado hoy en el Museo del Automóvil

El vicepresidente de la Federación Andaluza de Municipios y Provincias (FAMP) y alcalde de Alhaurín de la Torre, Joaquín Villanova Rueda y el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, han inaugurado hoy el III Congreso de Movilidad y Turismo Sostenible que se ha celebrado en la capital de la Costa del Sol con la participación de UNITAR, Instituto de las Naciones Unidas para la Formación Profesional e Investigaciones.
En esta tercera edición, expertos y ponentes han abordado la movilidad sostenible y la digitalización de las ciudades tratando de buscar soluciones a las inquietudes de las administraciones, las empresas y la sociedad ante el nuevo escenario de una movilidad urbana sostenible de las principales ciudades españolas. Así como las relaciones socio-económicas y laborales que afectan a las ciudades como destino turístico sostenible ante la creciente demanda de los consumidores.
El aumento de la población residente en las ciudades, la afluencia de visitantes por asuntos laborales o de ocio, el uso del vehículo privado y la espectacular transformación en los hábitos de consumo provocan un riesgo medioambiental y económico en las ciudades que no lideren soluciones preventivas en materia de movilidad sostenible y calidad del aire.
Villanova Rueda señaló que “las corporaciones locales tienen una gran responsabilidad ante la nueva era de transición energética, el empleo de las nuevas tecnologías y la digitalización de la movilidad” y para ello “desde los gobiernos locales se deben aplicar políticas transversales y acciones concretas” entre el sector público y privado. “La participación transversal entre los dos sectores será clave para acelerar el cambio de patrón de movilidad en nuestras ciudades para lograr que éstas sean más sostenibles y respetuosas con el medio ambiente”, apuntó el vicepresidente de la FAMP.
Transporte y movilidad, claves para la sostenibilidad

El transporte tiene un peso muy considerable en el marco del desarrollo sostenible por las presiones ambientales, los efectos sociales y económicos. El crecimiento continuo que experimenta este sector obliga que a que el transporte sostenible sea una prioridad estratégica a escala local, nacional, europea y mundial.

Las ciudades necesitan modelos de movilidad inteligentes con sistemas de transporte sostenibles con una economía eficiente, más salud ambiental y aumento del bienestar de sus habitantes. La sostenibilidad urbana requiere una movilidad racional y un transporte sostenible para reducir la contaminación atmosférica, los ruidos e impactos sobre los ecosistemas exteriores, la evolución demográfica y la accesibilidad.

En España, las acciones para una movilidad sostenible se enmarcan en la Estrategia de Movilidad Urbana bajo la triple dimensión básica de la sostenibilidad ambiental, económica y social; y la Estrategia Española de Sostenibilidad Urbana y Local (EESUL), que contempla la movilidad urbana como un objetivo estratégico.

La construcción de un modelo de movilidad sostenible exige planificar un transporte moderno y flexible. Por otra parte, la integración de la movilidad y el transporte en la planificación territorial y urbanística son fundamentales para minimizar los costes externos y los impactos de las infraestructuras sobre los ecosistemas, la biodiversidad, el paisaje y el territorio.

En este III Congreso de Movilidad y Turismo Sostenible han participado administraciones públicas, ayuntamientos, representantes del sector turístico que han mostrado los proyectos de movilidad sostenible. Entre los objetivos del Congreso cabe destacar la importancia de la formación de los líderes políticos y directivos las empresas privadas que deberán “alinearse” con las metas que persigue la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible.
En una de las mesas redondas se abordó la gestión eficiente del Turismo sostenible y el turismo responsable en la que participaron la secretaria general de la FAMP, Teresa Muela Tudela; el director de Planificación e Información Turística del Ayuntamiento de Sevilla, Juan Torres Morote; la teniente de alcalde delegada de Economía Productiva, Turismo y Promoción del Ayuntamiento de Málaga, María del Mar Martín; el asesor en el organismo Autónomo de Parques Nacionales, Javier Rubio Urquía y el director general de ENDESA en Baleares, Martín Ribas. La mesa fue moderada por José María de Juan Alonso. Cofundador del Centro Español de Turismo y socio/director de KOAN Consulting.
COASTING
Por otra parte, la Federación Andaluza de Municipios y Provincias (FAMP) ha presentado – en este Congreso – un avance de los trabajos que realiza en el proyecto ‘Coasting: Gobernanza costera integrada para el turismo sostenible, el cual está liderado por la Federación y participan socios de países mediterráneos como Italia, Francia, Grecia, Croacia, Malta y Albania.
‘Coasting’ fue aprobado dentro del eje prioritario del programa Interreg MED dedicado a la protección y promoción de los recursos culturales y naturales mediterráneos y tiene como objetivo específico «mejorar el desarrollo de un turismo costero y marítimo más sostenible y responsable en el área mediterránea».
El partenariado creado a través de ‘Coasting’ activa sinergias y promueve la cooperación aprovechando experiencias previas con el objetivo de «compartir soluciones que permitan una gestión responsable de las zonas costeras, particularmente centradas en el turismo sostenible».
El resultado final del proyecto será «una herramienta de gobernanza para la cual se desarrollará previamente un proceso en el que los socios elaborarán estrategias y planes de acción para cada territorio participante, incorporando además la visión de los actores locales». De esta manera, el enfoque participativo tanto a nivel transnacional como a nivel local será el carácter principal del proyecto.
Villanova manifestó que este proyecto “pretende el aumento de la coordinación y la coherencia de los instrumentos nacionales, regionales y locales de gestión y planificación para la gobernanza de áreas costeras y el desarrollo de un turismo más sostenible».
PROYECTO GARVELAND
La Agencia Andaluza de la Energía ha presentado en este Congreso el proyecto GARVELAND en el que la FAMP participa como socio junto con la Agencia Regional de la Energía y Medio Ambiente del Algarve (Areal) y la Asociación Portuguesa del Vehículo Eléctrico (APVE). Está cofinanciado en un 75 por ciento por el Programa de Cooperación Transfronteriza España-Portugal (Poctep).
La Federación Andaluza de Municipios y Provincias (FAMP) apuesta, según Villanova, por un “nuevo modelo de movilidad sostenible” ya que “es consciente de que el vehículo eléctrico será clave en la movilidad» en poco tiempo tanto por sus ventajas de ahorro energético y respeto del medioambiente, así como por su capacidad para los desplazamientos de personas y mercancías en las ciudades y pueblos.
El proyecto Garveland-Plan de acción Algarve-Andalucía para el impulso de la movilidad eléctrica en zonas de especial interés turístico y ambiental (Pivea) tiene como objetivo que los destinos turísticos de Andalucía y el Algarve portugués sean más sostenibles medioambientalmente, reduciendo la contaminación con el uso de vehículos eléctricos.

 

DISCURSO ÍNTEGRO DE JOAQUÍN VILLANOVA:

El turismo sostenible apuesta por el medio ambiente y la cultura local, intentando producir el menor impacto posible sobre ellos, a la vez que contribuye a generar ingresos y empleo para la población local. Es decir, se trata de una forma de turismo basada en el respeto de las personas turistas hacia los lugares que visitan, buscando un intercambio positivo y enriquecedor tanto para las comunidades visitadas como para los propios turistas.

El concepto de turismo sostenible se acuñó por primera vez con motivo de la celebración de la Conferencia Mundial de Turismo Sostenible, organizada en Lanzarote en 1995, donde se aprobó la primera Carta del Turismo Sostenible. Con ello se produjo un importante cambio en la forma de concebir el turismo teniendo en cuenta su vertiente más responsable.

20 años después de la Conferencia de Lanzarote, el 27 de noviembre de 2015 se celebró en Vitoria-Gasteiz la Cumbre Mundial de Turismo Sostenible, en la cual se adoptó la Carta Mundial de Turismo Sostenible +20, una reedición, en realidad, del compromiso lanzado Lanzarote y donde quedó demostrado que turismo es un fenómeno “de alcance global” que afecta directamente, y casi siempre de forma decisiva, al desarrollo local, la calidad de vida, el mantenimiento del patrimonio cultural y natural y al medio ambiente en general, de los destinos turísticos

Además, la Cumbre de Vitoria sirvió también para destacar la “urgencia” de un cambio del modelo de gestión y desarrollo del turismo que permita “la transición hacia destinos más sostenibles, responsables, innovadores y justos”. Un modelo basado en la cooperación internacional y en la cooperación público-privada para alcanzar este objetivo bajo la premisa de “compartir para competir”. O lo que es lo mismo: encontrar el equilibrio entre responsabilidad y competitividad.

La Asamblea General de las Naciones Unidas estableció el pasado año 2017 como Año Internacional del Turismo Sostenible para el Desarrollo. Según Naciones Unidas, el Año Internacional del Turismo Sostenible para el Desarrollo:

– 1. Es “una oportunidad única para ampliar la contribución del sector del turismo a la sostenibilidad, desde la perspectiva de la protección del medio ambiente, la conservación del patrimonio cultural y el desarrollo socioeconómico sostenido”.
– 2. “puede y debe suponer el último paso a la hora de integrar, de forma equilibrada, los distintos objetivos y metas que el turismo debe alcanzar para potenciar un Desarrollo Humano Sostenible”.

BENEFICIOS DEL TURISMO SOSTENIBLE

Apostar por el turismo sostenible tiene como ventaja el bajo impacto ambiental de este tipo de turismo, que gestiona de forma sostenible los recursos naturales, mantiene los procesos ecológicos esenciales y ayuda a conservar la diversidad biológica. Además, respeta la autenticidad sociocultural de las comunidades locales, conservando sus valores tradicionales y contribuyendo al entendimiento y la tolerancia intercultural, logrando así que las comunidades locales se integren en las actividades turísticas.

Según defiende el Instituto de Turismo Responsable (ITR), esta forma de gestión más sostenible genera empleo local, directo  e indirecto, y estimula el desarrollo de empresas turísticas -agencias de viajes, transportes, alojamiento, alimentación, recreativas, etc.-, y también de empresas dedicadas a otras actividades relacionadas de alguna manera, como ganadería, agricultura o comunicaciones, entre otras.

Otras de las ventajas del turismo sostenible es que el beneficio económico se destina a la conservación o al desarrollo local, contribuyendo así a la reducción de la pobreza, la generación de conciencia de los problemas políticos, sociales y ambientales locales, y favoreciendo el consumo responsable.

CATALIZADOR DEL CAMBIO POSITIVO

Banki-moon en decía en 2015 con motivo de la declaración de 2017 como Año Internacional del Turismo Sostenible:

– “Con más de mil millones de turistas internacionales viajando por el mundo, ….. las posibilidades del turismo de incidir en el desarrollo sostenible son considerables”…. “Por ser uno de los principales sectores de generación de empleo en el mundo, el turismo ofrece importantes oportunidades de subsistencia, con lo que contribuye a aliviar la pobreza e impulsar el desarrollo inclusivo”, añadía el responsable de Naciones Unidas.

Así, la ONU apuesta por la sensibilización de los responsables en la toma de decisiones y la movilización de todos los grupos de interés para hacer del turismo “un catalizador de cambio  positivo”.

En el año del Turismo sostenible se ha hecho hincapié en el papel del turismo en cinco ámbitos clave:
– Crecimiento económico inclusivo y sostenible.
– Inclusión social, empleo y reducción de la pobreza.
– Uso eficiente de los recursos, protección ambiental y cambio climático.
– Valores culturales, diversidad y patrimonio.
– Comprensión mutua, paz y seguridad.

LA APUESTA POR EL TURISMO SOSTENIBLE

El Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC, en sus siglas en inglés), estima que para 2027 se llegará a los 2.000 millones de turistas. El cambio climático y los factores sociales han aumentado las presiones sobre la industria, caracterizada por un
uso muy intensivo de los recursos naturales y la energía, esto provoca que a día de hoy la sostenibilidad sea un problema real para el sector.

La gestión de la sostenibilidad en el turismo es un proceso que requiere de la implicación de todas las partes, incluida por supuesto, la población local, -en muchas ocasiones la gran olvidada-, y evidentemente el turista.

La Fundación InterMundial y el Instituto de Turismo Responsable (ITR) han creado un Manifiesto del Viajero Responsable, un documento-guía de pautas básicas para viajar de forma responsable. El Manifiesto incluye diez normas para adaptar los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible marcados por la ONU a la industria turística. Entre las recomendaciones de este decálogo para viajar de forma responsable se encuentra:
Ser consciente de los riesgos que supone viajar y tomar precauciones
Fomentar el desarrollo local del destino consumiendo productos y servicios locales
Contribuir a la conservación, protección y regeneración del ecosistema del destino
Respetar la diversidad y no participar en actividades discriminatorias
Favorecer la sostenibilidad del patrimonio y de las infraestructuras del destino
Fomentar condiciones laborales justas que respeten los derechos de los trabajadores de las empresas turísticas
Elegir experiencias o productos que promuevan el I+D+i del destino

Transporte y movilidad, claves para la sostenibilidad

El transporte tiene un peso muy considerable en el marco del desarrollo sostenible por las presiones ambientales, los efectos sociales y económicos asociados y las interrelaciones con otros sectores. El crecimiento continuo que lleva experimentando este sector a lo largo de los últimos años y su previsible aumento hacen que el reto de conseguir un transporte sostenible sea una prioridad estratégica a escala local, nacional, europea y mundial.

Las sociedades modernas demandan una alta y variada movilidad, lo que requiere un sistema de transporte complejo y adaptado a las necesidades sociales, que garantice los desplazamientos de personas y mercancías de una forma económicamente eficiente y segura, pero todo ello sometido a una nueva racionalidad ambiental y a la nueva lógica el paradigma de la sostenibilidad. Desde esta perspectiva, un sistema eficiente y flexible de transporte que proporcione patrones de movilidad inteligentes y sostenibles es esencial para nuestra economía y nuestra calidad de vida. El sistema actual de transporte plantea desafíos crecientes y significativos para el medio ambiente, la salud humana y la sostenibilidad, en tanto que los actuales esquemas de movilidad se han centrado en mucha mayor medida en el vehículo privado que ha condicionado tanto las formas de vida de los ciudadanos y de las ciudades, como la sostenibilidad urbana y territorial.

El transporte tiene un peso muy considerable en el marco del desarrollo sostenible por las presiones ambientales, los efectos sociales y económicos asociados y las interrelaciones con otros sectores. El crecimiento continúo que lleva experimentando este sector a lo largo de los últimos años y su previsible aumento, aun considerando el cambio de tendencia por la situación actual de crisis generalizada, hacen que el reto del transporte sostenible sea una prioridad estratégica a escala local, nacional, europea y mundial.

Las ciudades necesitan modelos de movilidad inteligentes con sistemas de transporte sostenibles en favor de la economía eficiente, de la salud ambiental y del bienestar de sus habitantes. En las ciudades, aunque solo suponen el 1% del territorio, se concentran los problemas (consumen más del 75% de la energía y producen el 80% de las emisiones de gases de efecto invernadero), pero también son grandes subsistemas económicos donde se concentra la producción y el consumo (el 85 % del PIB de la UE se genera en sus ciudades), y donde se concentran las soluciones con nuevas capacidades de gobernanza. Si nuestras ciudades no son sostenibles tampoco conseguiremos que lo sea el propio planeta, como ecosistema global.

La sostenibilidad urbana requiere una movilidad racional y un transporte sostenible incidiendo en la dimensión ambiental (emisiones de GEI, contaminación atmosférica, ruido, impactos sobre ecosistemas exteriores), en la dimensión económica (eficiencia y competitividad, afectadas por la congestión) y en la dimensión social (atendiendo a condiciones de salud, cohesión e integración, evolución demográfica, accesibilidad y habitabilidad).

Es necesario contar con estrategias, planes de acción y normativas, exigentes y coherentes con la responsabilidad de la movilidad y el transporte en escenarios de futuro sostenibles, como ya se viene planteando en la UE y en España y Andalucía a través de diferentes actuaciones. En el caso de España, las acciones para una movilidad sostenible se enmarcan en la Estrategia de Movilidad Urbana bajo la triple dimensión básica de la sostenibilidad (ambiental, económica y social) y la Estrategia Española de Sostenibilidad Urbana y Local (EESUL), que contempla la movilidad urbana como un objetivo estratégico.

La Estrategia de Movilidad Urbana definida con criterios de sostenibilidad ambiental, económica y social ha definido objetivos en cinco áreas: 1) territorio, planificación del transporte y sus infraestructuras, 2) lucha contra el cambio climático y reducción de la dependencia energética, 3) mejora de calidad del aire y reducción del ruido, 4) mejora la seguridad y salud y 5) gestión de la demanda. La movilidad también es un objetivo prioritario de la Estrategia Española de Sostenibilidad Urbana y Local (EESUL), que adicionalmente incorpora objetivos generales de urbanismo, gestión urbana, edificación y relaciones mundo rural-urbano.

La construcción de un modelo de movilidad sostenible exige procesos planificadores y participativos que pivoten sobre un sector de transporte moderno y flexible, pero también es necesario adoptar un enfoque integrador con otros sectores, como el energético, y considerar las diferentes pautas urbanas e interurbanas, las dinámicas sociodemográficas y los procesos urbanísticos y territoriales que tienen efectos sobre la movilidad, planteando así soluciones integrales y coherentes, aun asumiendo la complejidad que todo ello supone. La integración de la movilidad y el transporte en la planificación territorial y urbanística con mayores dosis de coordinación y cooperación administrativa es fundamental para minimizar los costes externos y los impactos de las infraestructuras lineales sobre los ecosistemas, la biodiversidad, el paisaje y la fragmentación del territorio.

El complejo entramado del fenómeno denominado las “Tres Tes”, “transporte-turismo-territorio”, supone un reto para un desarrollo equilibrado y sostenible. Los efectos combinados de los tres factores alientan nuevos riesgos de insostenibilidad del modelo económico y territorial. Cabe mencionar que, durante la etapa expansiva anterior a la situación recesiva actual, a medida que se intensificaba la actividad económica se producía un incremento de la demanda de transporte, en particular por carretera y vía aérea. Y, aunque la eficiencia de los vehículos aumentaba y mejoraban los combustibles, no se han conseguido reducciones considerables en la calidad del aire, en tanto que las mejoras obtenidas han quedado más que anuladas por el aumento del transporte de pasajeros y mercancías. Además, en la etapa de alto crecimiento, desde mediados de los noventa del siglo pasado hasta la llegada de la crisis en 2007, el transporte ha tenido un impacto ligado a la desenfrenada ocupación del suelo y a las modalidades de urbanización dispersa, que alientan mayores costes de movilidad, mientras que la intensiva construcción de infraestructuras ha venido provocando un impacto directo consistente en fragmentación del territorio y alteraciones de hábitats y paisajes, así como en la estructura y función de los ecosistemas.

La FAMP Y SU APUESTA POR EL TURISMO SOSTENIBLE

Las Entidades Locales juegan un importante papel en el impulso del turismo sostenible.

Debemos:
favorecer la buena gobernanza, la defensa de la acción local, la búsqueda de nuevos modelos económicos adaptados a los nuevos tiempos que nos está tocando vivir,
identificar claramente la oportunidad de contar con UN MAPA DE ACTORES que nos acompañen en este camino, de fondo.
Y, Generar la RED DE CIUDADES en clave PÚBLICO-PRIVADA. Con los actores clave nos garantizamos rentabilizar y/o potenciación del capital endógeno de la acción local, trabajando en el diseño de herramientas, la generación de procesos y la consolidación de modelos público-privados, en beneficio “siempre” de la mejora de los servicios públicos y el fomento de la participación ciudadana para la toma de decisiones. Trabajando por y con los vecinos y vecinas, favoreciendo la generación de empleo, consolidando a nuestra población al territorio.
Y, cooperar interinstitucionalmente con otras Administraciones Públicas.

“SUMAR MULTIPLICA” nuestro slogan (2017-2019), de ahí que, para llevar adelante ésta tarea, desde la Federación Andaluza de Municipios:
Como representante de los Ayuntamientos de Andalucía,
Como “Red de Redes del Municipalismo”,
Comprometida con sus Adheridos,
Preocupados por buscar la excelencia y la generación de instrumentos, agradezcamos a Grupo Pascual y a cuantas Entidades e Instituciones participan en este III Congreso su compromiso por un modelo de gobernanza más sostenible, favorecedor de riqueza y comprometido con el medio ambiente.

 

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