El Ayuntamiento reurbaniza dos kilómetros de camino en la zona Arroyo Blas González

La actuación se acomete en dos fases, una de ellas, ya terminada, en el camino de los Hueso y en el camino Vázquez Porras e incluye la mejora de las tuberías de agua y la habilitación de drenantes para evitar daños en el firme

Dentro del Plan Municipal de Asfaltado 2014, la Concejalía de Obras e Infraestructuras, en colaboración con el servicio de aguas Aqualauro, está acometiendo en dos fases la mejora de más de dos kilómetros de vía pública en la zona de Arroyo Blas González, en la barriada de La Alquería. El primero de los tramos ha afectado al llamado ‘camino de los Hueso’, en la linde con el término municipal de Alhaurín el Grande, y parte del camino Vázquez Porras, hasta un total de 500 metros. Los trabajos de reurbanización han consistido en la sustitución de la antigua tubería de fibrocemento, muy deteriorada, por otra nueva de fundición de hierro, más resistente y duradera. Posteriormente se ha actuado en la habilitación de varios drenantes o caños secos para desviar las aguas superficiales que solían atravesar la pista y causar importantes desperfectos y, por último, se ha procedido al asfaltado con aglomerado en caliente y ensanche de toda la vía, que ha aumentado su calzada de cuatro metros de anchura a más de cinco y medio, y con un grosor de 30 centímetros. Solo está pendiente la instalación de dos badenes en la zona más cercana a las viviendas, casi en el final del término municipal, debido a que los coches que proceden de Alhaurín el Grande, debido al nuevo asfaltado, suelen adquirir excesiva velocidad, con el consiguiente riesgo de atropello. El alcalde, Joaquín Villanova, se comprometió con los vecinos a instalar estas medidas de seguridad, aprovechando su visita a las obras en este sector.

En torno al mes de septiembre comenzará la segunda fase del proyecto, que afectará a otro tramo de kilómetro y medio del camino Vázquez Porras en dirección La Alquería. También se reemplazará la canalización de agua potable por material de fundición, para garantizar el abastecimiento. Luego se limpiarán las cunetas y riberas y por último se verterá una capa de aglomerado en caliente, lo cual lógicamente implicará el ensanche de la calzada.

Al término de esta obra, en total, se habrán invertido unos 40.000 euros.

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