El alcalde anuncia la congelación del IBI y del resto de tributos hasta 2023, salvo la tasa del agua

Joaquín Villanova se muestra partidario de solicitar al Ministerio de Hacienda que revise la estructura de este impuesto directo a fin de que las rentas más bajas puedan pagar menos, independientemente del valor catastral de su vivienda

El alcalde de Alhaurín de la Torre, Joaquín Villanova, ha anunciado esta mañana en el Pleno de la Corporación que el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI o Contribución) quedará congelado en lo que queda de Mandato Municipal es decir, hasta el año 2023. Esta medida de contención se extenderá al resto de tributos y tasas, a excepción de la del agua, cuyo último tramo de consumo habrá que revisar al alza para penalizar a quienes más gasto hagan, por razones que se explicarán más abajo.

Villanova recuerda que el Ayuntamiento realizó el año pasado subidas razonables y leves en cuatro tributos tras ocho años de tasas e impuestos congelados, mucho tiempo antes de que apareciera el coronavirus y la alerta sanitaria. Evidentemente, aquellas previsiones al alza se han traducido en los recibos de este año 2020, justo en plena pandemia. Junto a ello, hay que recordar que el Consistorio hizo un importante esfuerzo para lograr hacer desaparecer la tasa de carruajes sin olvidar potenciar las inversiones y el gasto social, en infinidad de programas, proyectos, ayudas y subvenciones.

El IBI sufrió desde 2009 varias bajadas en el tipo de gravamen para amortiguar la fuerte subida catastral que se experimentó en toda España, después de que el Ministerio de Hacienda revisara los valores. El tipo descendió progresivamente desde el 0,75 hasta el 0,556, y solo el año pasado, en 2019, se retocó ligeramente hasta el 0,595 actual, tras ocho años congelado. De los grandes municipios de Málagaa, solo cinco localidades posee un tipo inferior, mientras que Antequera, Benalmádena, Marbella, Torremolinos, Vélez-Málaga, Estepona o Rincón de la Victoria, entre otros, lo tiene superior, lo cual desmiente el ‘mantra’ de la Oposición sobre que este impuesto es de los más elevados de la provincia.

No obstante lo anterior, Villanova se muestra partidario de solicitar al Ministerio de Hacienda que revise la estructura y composición de este impuesto directo, a fin de que, independientemente del valor catastral actual de cada vivienda, puedan medirse otras variables más relacionadas con la renta del contribuyente. De esa forma, se modularía el coste final del recibo y las personas con menos recursos económicos pagarían menos, lo cual representa un modelo más justo y solidario. El regidor quiere abrir ese debate, que ya ha planteado en el seno de la Federación Andaluza de Municipios y Provincias (FAMP), de la que es vicepresidente primero.

El alcalde insiste en que los ingresos municipales están muy repartidos y que la parte relativa a tasas e impuestos supone el 37%, por lo que tampoco es cierto el argumento de la Oposición de una elevada presión fiscal sobre las familias. “Es tiempo de buscar mayor creatividad y esforzarnos en encontrar otras maneras de financiar el Presupuesto Municipal, en esto estamos de acuerdo, pero no es justo que se nos atribuya que somos uno de los municipios de la provincia donde más tributos se pagan. Eso es una falsedad”.

POR QUÉ SUBIRÁ EL RECIBO DEL AGUA
Acerca de la necesidad de revisar al alza la tasa del agua, que incluye basura, alcantarillado y depuración, es porque se trata de un servicio muy deficitario y, a pesar de ello, en ocho años no se ha incrementado ni un céntimo de euro el recibo. Por contra, el Ayuntamiento ha invertido en este tiempo alrededor de 7,5 millones de euros, casi a millón por año, para mejoras e inversiones de la red hídrica, sin repercutir jamás en el contribuyente este coste en el precio del agua, a modo de canon de inversión, como sí hacen otros ayuntamientos.

Igualmente, el mandatario defiende que mientras no tengamos disponible agua de pantano, lo cual sucederá a la vuelta de tres años, es imprescindible garantizar el abastecimiento con el sistema actual de pozos. Ello significa que Alhaurín de la Torre depende de los periodos de lluvia. Sin embargo, en la última década, las precipitaciones han disminuido progresivamente, por lo que el acuífero no se ha ido rellenando.

Con todo, Villanova quiere anunciar que el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, se ha comprometido a invertir casi 12 millones de euros en una importante infraestructura que servirá para transportar agua desde Málaga hasta Alhaurín de la Torre (en breves fechas ampliaremos información sobre este proyecto).

Entretanto, a día de hoy es más necesario que nunca reducir el consumo de agua, muy necesario reducir el consumo, ya que los niveles freáticos han descendido mucho y ello ha causado el agotamiento de muchos pozos de la red pública local y también de comunidades privadas. Como consecuencia, se necesita mayor profundidad de las bombas de los pozos, que repercute en un mayor coste de la energía, en el incremento de facturas que satisface este Ayuntamiento a favor del Consorcio de Residuos Sólidos, etc. “En resumen, que todo esto hace imprescindible la revisión del recibo del agua después de ocho años, pero garantizo que el resto de figuras tributarias, que son muchas, quedarán congeladas”.

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