Apoteósico recital de Kenny Garrett ante un millar de entusiastas aficionados, entregados a su música

Lleno total en el Auditorio de El Portón para presenciar el concierto, que se alargó casi hasta las dos horas. El artista, muy a gusto en el escenario, tuvo una gran complicidad con los espectadores

Un éxito inolvidable. Un concierto apoteósico. Un brillante postre con ración doble de calidad para coronar los espectáculos de jazz en el Auditorio de la Finca El Portón de este verano. El músico Kenny Garrett encandiló al millar largo de espectadores que se dieron cita en el recinto, con unas gradas totalmente abarrotadas y el cartel de ‘no hay billetes’ puesto desde minutos antes del inicio del recital. Los aficionados a este género vibraron de lo lindo y muchos de ellos se marcaron unos bailes al son de los ritmos del genio del saxofón, que permaneció en el escenario casi dos horas seguidas junto a su banda y donde cedió más protagonismo a sus tres músicos: Marcus Baylor (batería), Corcoran Holt (bajo) y Benito González (piano).

El concierto arrancó con un tema muy potente y cercano al pop, donde la batería de Baylor -componente de Yellowjackets, banda que, como recordarán, estuvo en El Portón del Jazz en su edición de 2006- tuvo un fuerte peso. Poco a poco, el repertorio fue derivando a ritmos más melódicos y bailables, en los que el pianista venezolano adquirió notoriedad por la pátina de latin-jazz que imprimió a su música. Repasó temas de su amplia discografía, en especial de sus discos más conocidos: ‘Songbook’ y ‘Beyond the wall’. Tampoco faltaron sus compases de free jazz y de funky, así como alguna reminiscencia de afrobeat y de hip-hop.

Muy a gusto con el público, el espectacular Garrett tiró de oficio y se entregó por completo al auditorio, con permanentes guiños, alguna palabra en español, petición de palmas y siempre cómplice con los asistentes, a los que invitaba a bailar y a cantar o, al menos, a tararear. El colofón a su magnífica velada de jazz fue la interpretación de uno de sus principales himnos, la canción ‘Happy People’, con los que se despidió del público malagueño.

Los organizadores del concierto (Xenia Producciones y ArenaMLG, con la colaboración de la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Alhaurín de la Torre) se han mostrado entusiamados con la respuesta de los aficionados, venidos desde todos los puntos de la provincia y de Andalucía, además de turistas y extranjeros que llenaban el graderío. El sentir general era el de un sabor de boca inmejorable y unas magníficas expectativas para el año próximo, después del histórico ciclo municipal del Portón del Jazz (con Michel Camilo, Stefano di Battista y Ulf Wakenius) y de este concierto del saxofonista de Michigan, dentro de su reducida gira española que le ha llevado a Madrid, Barcelona y Palma de Mallorca.

¿La temporada ha resultado estimulante y esta actuación es el empujón definitivo que necesitábamos para reivindicar al Portón y a Alhaurín de la Torre como santuario del jazz de calidad, con precios infinitamente más reducidos que en otros puntos de España¿, comenta la concejala de Cultura, Isabel Durán.

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